Después de varios días de incertidumbre por los continuos cambios en la previsión meteorológica, llegó el día 24 de Marzo de 2012, con muchas papeletas para que fuese un día pasado por agua, y sin embargo, allí estábamos 24 valientes en Frigiliana
Miguel, Patricia, Eduardo, Juani, Jacobo, Ilse, Juan Gomez, Paco Leal, Manuel Palomo, Joaquina, Juan Antonio Mena, Salvador Moreno, Maria Teresa, Pepe Guerrero, Juanlukita, Ilde, Ignacio, Sylvi, Reinaldos, Manuela, Jose Antonio Montenegro, Julio, Valentin, y un servidor, Juan Antonio Villalba, Corsario de Sierra Almijara y responsable de ésta ruta.
Vamos atravesando la pintoresca localidad de Frigiliana, partiendo del Ingenio, y atravesando su casco antiguo por calle Real, buscando la parte alta del pueblo, y la salida hacia la parte del Castillo y de la Poza de Lizar, por la calle de la Chorrera.
Tras dejar el pueblo, ascendemos por una pista cementada, y luego por un carril terrizo,
hasta pasar a éste sendero que nos deja justo al inicio de la subida al Fuerte de Frigiliana, y frente a la poza de Lizar, que hoy estaban limpiando.
El sendero del Fuerte, del que hacemos unos tres kilómetros, tiene su parte más empinada y dura al principio, suavizándose en la parte final, hasta llegar al collado donde nos desviaremos del sendero principal. Ya al poco de ir ascendiendo podemos divisar todo el pueblo de Frigiliana.
Es difícilmente evitable que en éste terreno el grupo se estire, aunque vamos haciendo pequeñas paradas para mantenernos lo más juntos que podemos. Hasta llegar al último collado donde nos reagrupamos totalmente, para iniciar el segundo tramo de la ruta
Nos introducimos en el sendero de la Calera Tres Huevos, impresionante senda que rodea el Fuerte por la cara Este, y que a todos ha gustado, considerándolo muchos como uno de los mayores alicientes de la travesía.
Aquí el grupo avanza estirado, como no puede ser de otra forma por las características del terreno.
Las vistas hacia la sierra de enmedio, con el Cisne y la Garza como principales alicientes, en primer plano y otros puntos de la almijara, como el Lucero, Lucerillo, Almendrón, Cielo,... en segundo plano, y por debajo nuestra, unos buenos tajos,
El sendero avanza de forma inverosímil, y hasta que no estamos en un sitio determinado, no somos capaces de entender como porras pasa por ahí el sendero
A pesar de lo entretenido de éste tramo, pasamos sin problema, y lo que es más importante, sin lluvia (en caso de precipitaciones, ésta parte hubiese sido eliminada, muy a mi pesar, pero prima sobretodo la seguridad de las personas)
pasamos la calera, de los tres huevos, donde Pepe Guerrero nos explica el funcionamiento de una calera
Al fondo, un último vistazo al Fuerte, ya que en breve, la niebla nos lo taparia
Al llegar a la pista principal ponemos pies en polvorosa, tras una bajada por un maltrecho carril, llegando a la venta Cebollero
Justo antes de la Venta, está esta ya conocida fuentecilla que hace poco dejaron al descubierto tras limpiar la maleza que la había ocultado
tras dejar atrás la Venta, comenzamos la segunda subida del día, hasta el collado blanquilla, donde hubo un poco de pique, y algunos subimos un poco más rápido,
aunque en el collado, nos paramos a comer algo, y tras reagruparnos, descansamos unos instantes antes de proseguir.
Son muy típicos de ésta sierra, los pinos retorcidos, los que crecen en lugares inverosímiles, etc...
Tras continuar la marcha, nos hacemos una foto de grupo, con el cerro Cisne detrás,
Cerro que empezaba a taparse por las nubes que el viento de levante traía de la costa
también aproveché la señal de 30, en la que suelo hacerme la foto
vamos avanzando por la pista, hasta llegar al siguiente cruce, donde nos volvemos a reagrupar.
Ahora comenzamos un tramo de verea de aproximadamente un kilómetro, que nos lleva al inicio de la cresta de los civiles
El primer tramo, se presenta muy cerrado por la vegetación, y hasta que no ganamos algo de altura, no se abre más la senda
en poco tiempo llegamos al collado, nos reagrupamos, y empezamos el descenso
Al fondo, aparece el sendero que desde el Daire asciende hacia la cresta, para llegar al Lucero, Ilde nos recuerda aquella ruta mítica que planteó unos años atrás
el descenso se hace también con bastante agilidad
hasta llegar al carril del Daire a la altura del Barranco Moreno
nos reagrupamos de nuevo rápidamente,
y tras una fotillo al agua que corre abundante a pesar de la sequía,
pasamos el cortijo del Daire
y por el barranco de las Majadillas, donde bebemos y reponemos agua, comenzamos a ascender el último tramo de la jornada, que nos llevará hasta el collado de Hornillos
a unos dos kilómetros del carril en el que estábamos. Tras pasar el collado, y ya sin subidas importantes, nos detenemos a comer
Tras el rato de la comida, que por la niebla, humedad y frío, fue más bien breve, bajamos por el sendero
rodeados por una espesa niebla
llegando al barranco del arroyo pradillos
donde tomamos la senda conocida como casa de la mina-pradillos
en la que se encuentra mi piedrecita,
donde aprovecho para hacerme mi típica foto subido en la llamativa roca
y ésta que me hicieron en plan "robado" cuando me disponía a bajar
en pocos minutos estamos en la Venta Cándido, una pequeña edificación, la primera de las tres que nos quedan por ver hoy
pasamos rápidamente ésta venta,
para avanzar por el antiguo camino de arrieros
hasta la Venta Pradillos, la más grande de la zona, y que obviamente en su día tuvo su importancia
en el interior de la construcción, permanece intacto el horno
porque lo demás se encuentra en estado de ruina
ahora nos queda un buen trozo por patear,
inmersos en una densa niebla que nos deja empapados
hasta que entre la niebla aparece la venta Maria guerrero, tras la cual, dejamos la senda, y enlazamos con la pista, por la que avanzamos rápidamente
hasta que ya tenemos vistas de Cómpeta.
Descendemos hasta la altura del campo de fútbol, y de aquí, nos introducimos en el pueblo
bajando por calle Peligros, cruzarnos con calle San Antonio y dirigirnos a la plaza Almijara,
donde está la Iglesia de Cómpeta, y éste paseo de las tradiciones, con unos bonitos azulejos
descendemos por calle Rampa, hasta la mediación, ya que toca el premio
el premio, REGAR nuestros gaznates con una cerveza fresquita.
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