domingo, 3 de julio de 2011

Angosturas del Guadalmina. Con Irene

El domingo 3 de julio, me desplacé de nuevo al rio guadalmina, en esta ocasión con irene, a la que le habia insistido mucho sobre la belleza de éste paraje, y lo cortita y entretenida que era la ruta.
El día se presentaba especialmente feo, nublado y con aire, por lo que mi preocupación por la temperatura del agua era evidente.
Dejamos el coche a la entrada de benahavís, pasada la rambla seca por donde terminaríamos el recorrido, y descendimos unos centenares de metros junto a la carretera hasta llegar a la poza de las mozas, donde iniciamos el recorrido acuático.
Siempre por rocas muy resbaladizas, y con pocos tramos en los que cubre el agua.
La primera parte se hace bastante despacio por el peligro de resbalones.

Es ya cuando alcanzamos las angosturas cuando empezamos a encontrar algunos tramos donde pasaremos nadando.

Llegando a la conocida como "cueva" donde éste rio alcanza su expresión  máxima de espectacularidad y belleza.



Una vez salimos de la cueva, algun corto tramo a nado, por un agua que a pesar del nublado estaba hasta calentita, llegamos a la presa.

La cuerda había desaparecido, aunque en su lugar habían puesto otra más larga  que permitia descender la presa, y la resbalosa chorrera que hay a continuación, por la cual, me deje chorrar a pesar de la fuerza del agua, ya que conocía  como era.


Finalmente encaramos los últimoa tramos de nado con la oxidada tuberia unos metros sobre nuestras cabezas, y llegando hasta la playita que forma el río a la salida de las angosturas, donde devoramos un almuerzo a base de bocatas de salchichon de pavo y queso, y tortilla de patatas.

Hasta este punto todo bien, ahora tocaba alcanzar el nivel de la acequia para la vuelta, pero no quería meter a irene en el atolladero que nos metimos en la ultima visita al guadalmina con las aulagas, cardos y demás pinchos. Asi que avanzamos por la parte seca del lecho, pegados a la izquierda, hasta alcanzar un carril terrizo que cruza el río y asciende por la ladera. Mi intención era que el carril nos dejase lo más cerca de la acequia y ya buscar como acceder a ella. Pues el carril termina exactamente a la altura de la acequia, asi que hicimos una subida muy comoda,
y ya en la acequia, regreso alternando tramos por el agua con tramos por seco.



Una vez avistamos Benzhavís, vamos buscando el mejor y más despejado lugar para volver a bajar al río. Que fue el mismo por el que bajé en la anterior ocasión. Una pendiente bajada de penas 35 metros, superar un tronco caido, y alcanzar el rio.
Ya desde éste punto, llegar al cauce seco y de ahi al coche es cuestion de cinco minutos.

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